«Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña». Rabindranath Tagore
Cada vez lo tenemos más claro, al final nos afecta a la personas, sean capital humano, trabajadores, colaboradores, personas, clientes etc. Y cuando todo está “ardiendo” empezamos hacer las cartas a los Reyes Magos, a Papa Noel, para que lo apague lo antes posible y suceda menos veces de las que queremos o que nos ocurren.
Podríamos hablar de tantos ejemplos que creo que todos y cada uno de nosotros podríamos hacer la “lista de la compra entera” para todo el año, quizás los 5 siguientes años, más cuando se aproximan las fechas después del mes de setiembre cuando empezamos a intentar hacer todo lo que no hemos podido hacer durante el año para poderlo cerrar con beneficio. (Atención, es largo)
El otro día a raíz de entrar en el blog de Manuel Gross, me encontré un artículo titulado Michael Goldhaber, la economía de la atención, relacionado con el tema de Economía de la atención: “la abundancia de la información da lugar a la pobreza de la atención” de Javier Velilla. En él cita un artículo de Michael Goldhaber en First Monday que merece la pena tener en cuenta: The Attention Economy and the Net .
El crecimiento exponencial de la información, la facilidad de acceso y la popularización de las redes sociales, de los medios de comunicación que nos permiten pensar en el paso de una economía basada en el intercambio de dinero a una economía basada en el intercambio de atención por parte del usuario o consumidor.