(Aviso a los navegantes, es un poco largo de leer, tiempo estimado 4:00min.)
Esta mañana, como podría ser cualquier mañana vivida con anterioridad, no tenía ganas de hacer nada. Es una combinación de agotamiento de unos días de duro trabajo, y la falta de sueño que arrastro desde hace semanas. ¿Os ha pasado alguna vez esta sensación?
No podía motivarme para hacer algo importante, para mí es una sensación rara. Me sentía completamente desanimado y derrotado. Empecé a pensar demasiado en las cosas, dudando de mí mismo, y me preguntaba si todo lo que hago, realmente ¿vale la pena de seguir haciéndolo?
Estaba sentado allí en medio de un “miedo”, durante casi una hora, en medio del silencio, del silencio de mi interior, preguntándome cómo salir de todo. ¿Debo olvidarme de empezar hoy? ¿Debo renunciar de seguir haciendo lo que hago?, ¿no soy tan bueno en esto como yo pensaba que era? (Son preguntas que nos pueden aparecer cuando sentimos este tipo de miedo).
Esto es lo que yo consideraba, al menos, durante tiempo. Pero la parte mejor de mí, sabía que este estado leve de decaimiento, tristeza, depresión era temporal, y por eso me puse a buscar dentro de mi propia “caja de herramientas para soluciones” – pequeños trucos de la mente que pueden tener un efecto real en la realidad.
Esto es lo que puede funcionar en nosotros- siete cosas podríamos tener en cuenta (y hacer) cuando nos sintamos desanimados, derrotados o tristes:
1. Nosotros no somos el centro del universo (paremos a observar todo lo que tenemos cerca de nosotros).
Muchas veces nosotros creemos que tenemos la tendencia a ponernos en el centro del universo, vemos todo con un punto de vista el cual nos afecta y cómo este nos afecta. Pero esto puede tener todo tipo de efectos adversos, sintamos lástima hacía nosotros cuando las cosas no van exactamente como lo teníamos previsto, dudamos de nosotros cuando no somos perfectos. Nadie es perfecto, ni las mejores máquinas son perfectas, también cometen errores y dan fallos.
Así que esta mañana, en lugar de preocuparme tanto acerca de mí, pensé y recordé las vidas de otras personas, cómo podría ayudarlas. Encontrar pequeñas maneras de ayudar a los demás me saca de mi pensamiento egocéntrico (Me refiero en pensar sólo en mi), esto hace que no nos revolquemos dentro de la emoción de la autocompasión.
Seguir leyendo 7 cosas a tener en cuenta cuando nos sentimos desanimados y derrotados →