En la vida y en el liderazgo, estamos constantemente tratando con la dualidad.
Para aprender, hay que ser curioso. Para liderar, debemos tener seguidores. Para ser fuerte, hay que ser vulnerable. Para dar, tenemos que recibir.
Como a principios del siglo XX los líderes , nosotros necesitamos comprender que nosotros nos estamos moviendo hacia un NUEVO concepto de ética , uno que esté constuyendo hacia una situación de dualismo.
En la ANTIGUA manera de pensar, hemos basado nuestro liderazgo en un conjunto de valores y principios compartidos destinadas a alcanzar la perfección moral, mientras que el mantenimiento del orden social y de bienestar.
Qué se quedó atrás en el viejo enfoque son las cosas que estamos llegando al valor y buscamos en lo NUEVO: la autenticidad, la vulnerabilidad, la unidad.